Las supersticiones existen en muchas partes del mundo alimentadas por las leyendas populares que recaen sobre seres, situaciones y animales, incluidos los gatos negros que son asociados con la mala suerte, más al cruzar tu camino con ellos los martes 13. Si compartes o as escuchado esta creencia, te contamos cuál es su origen y si influye ver al oscuro felino.
Contrario a este pensamiento alimentado por el cine y la televisión, los gatos son considerados de buena suerte e incluso sagrados en algunas culturas que veneran su imagen, entre ellas destacan Japón, China, Egipto, Escocia, principalmente. En otras, además de tener una connotación positiva, se le atribuyen poderes mágicos o se les considera protectores naturales.
Desafortunadamente, el enaltecimiento de los felinos no es compartido en otras partes del mundo, menos cuando se trata de los gatos negros, marcados por el estigma popular de la mala suerte, que, de acuerdo con datos de organizaciones dedicadas al cuidado animal, presentan un menor índice de adopción en los albergues e incluso con familiares, decisión ligada con una posible mala surte o creencias místicas.
¿Qué significa ver a un gato negro en un Martes 13?
Para entender cómo se le asocia a los gatos negros a la mala suerte, hay que revisar por qué está marcado el martes 13 como un día negativo en el calendario. El número tiene la connotación en la mitología vikinga y la cristiana relacionada con los 13 invitados a la Última Cena, la creencia que fue crucificado en un viernes 13 y la aparición del anticristo en el capítulo decimotercero. La asociación del martes 13, se dice, nació con la fusión con la tradición romana.

La idea de que los gatos tienen mala suerte nació en Europa de la Edad Media con una sobrepoblación en los pueblos, quitándoles su posición de honor. El gran número de animales en la calle eran alimentados generalmente por las ancianas, luego señaladas por practicar brujería y magia negra cuando inició la cacería de brujas, dando pie a la creencia que los michis negros eran su encarnación, principalmente en la noche, persecución que terminó en 1630 con Luis XIII.
En estos tiempos muchas personas, sin saberlo, padecían ailurofobia (miedo irracional a los gatos), que provoca desmayos y ataques de ansiedad, pero se pensaba que los felinos los provocan de forma consciente, así fuera más sencillo secuestrarlos o dañarlos. Además de contagiar la tristeza, se les veía como un augurio de mala suerte, lo que potenció su caza, dando como resultado el quiebre del ciclo de contención de plagas, lo que llevó a la sobrepoblación de ratas trasmitiendo enfermedades y haciéndolas endémicas.

Como podemos observar, la falsa idea de la mala suerte contagiada por los gatos nació de las supersticiones de la gente, lo que desencadenó una de las pandemias más devastadoras en la historia de la humanidad, que tuvo un saldo de 200 millones de personas. Al remontarse a la evidencia científica, no hay ningún estudio o prueba que confirme la asociación de los gatos negros con la mala suerte el martes 13.