En el extremo norte de Sumatra, Indonesia, se ha registrado por primera vez la asombrosa capacidad de un orangután macho para utilizar las propiedades curativas de la planta Fibraurea tinctoria. 

Este inteligente primate, con una herida bajo el ojo, creó un ungüento con hojas de esta planta trepadora, masticándolas y aplicándoselas sobre la lesión. En cuestión de días, la úlcera se cerró y en tan solo dos meses, apenas se podía apreciar la cicatriz.

La Fibraurea tinctoria es una planta medicinal común en las selvas del sudeste asiático, utilizada por diversas comunidades locales para curar una amplia variedad de enfermedades, desde la diabetes hasta la malaria, así como problemas digestivos.

La ciencia moderna ha confirmado sus beneficios, demostrando que posee propiedades antibacterianas, antiinflamatorias, antioxidantes y fungicidas, lo que explica su eficacia en el tratamiento de heridas.

Rakus, el orangután, curó una herida usando plantas medicinales 

Este valiente macho, conocido como Rakus, pertenece a la especie de orangután de Sumatra, también llamado Pongo abelii, de la cual quedan apenas 7.500 ejemplares en todo el mundo. Aunque su edad exacta es desconocida, se estima que nació en la década de los ochenta del siglo pasado y habita en la selva de Suaq Balimbing.

Fue en la mañana del 22 de junio de 2022 cuando los investigadores escucharon una pelea entre dos machos, en la que utilizan vocalizaciones específicas para marcar su territorio y su dominio sobre las hembras. Fue entonces cuando descubrieron la profunda herida bajo el ojo de Rakus, probablemente resultado de la pelea escuchada esa misma mañana.

Tres días después, los observadores presenciaron una conducta nueva por parte de Rakus: arrancaba hojas de la planta Fibraurea tinctoria, las masticaba y aplicaba su jugo sobre la herida. 

Créditos: Suaq Project

Este proceso se repitió varias veces hasta que el orangután decidió cubrir la lesión con un emplasto verde elaborado de la misma planta medicinal, lo cual ayudó a prevenir infecciones y acelerar el proceso de cicatrización. Además, Rakus descansó más de lo habitual durante su convalecencia, lo cual contribuyó positivamente a su recuperación.

Según Isabelle Laumer, investigadora del Instituto Max Planck de Conducta Animal en Alemania y autora principal del estudio, el descanso favorece la cicatrización de heridas al aumentar la liberación de hormonas de crecimiento, la síntesis de proteínas y la división celular. Aunque los orangutanes macho adultos pasan la mitad de su tiempo descansando, Rakus aumentó su tiempo de reposo en un 30% durante su recuperación.

Gracias al tratamiento con plantas medicinales y al descanso adecuado, la herida de Rakus se cerró para finales de junio, dejando solo una pequeña cicatriz a mediados de julio. Este comportamiento de autocuración es el primero en ser documentado y demuestra la habilidad de estos primates para utilizar recursos naturales en beneficio de su salud.

Créditos: Suaq Project

Orangutanes y humanos podrían compartir conductas para curarse

La capacidad de Rakus para autogestionar su tratamiento y recuperación es un comportamiento excepcional en el reino animal. Este caso de innovación individual sugiere que los orangutanes, al igual que los humanos, pueden utilizar plantas con propiedades medicinales para tratar afecciones médicas, mostrando una sorprendente capacidad de autorremedio.

En el mundo animal, son pocos los casos documentados de comportamientos relacionados con la salud, lo que hace de la experiencia de Rakus un hallazgo significativo. Este descubrimiento no solo amplía nuestro conocimiento sobre las capacidades de los orangutanes, sino que también plantea la posibilidad de que otras especies animales puedan tener habilidades similares para autogestionar su salud mediante el uso de alguna planta medicinal.

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