El buen corazón de un hombre lo llevó a rescatar y adoptar a un cachorro moribundo tirado en medio de una terrible nevada que contra todo pronóstico logró sobrevivir y no solo eso, con el tiempo se desarrolló tanto al grado de hacerlo dudar que se trataba de un perro, al final terminó con un lobo de mascota en una historia viral.
Las historias de adopción generan una gran interacción en redes sociales al mostrar el gran corazón que tienen los hombres y las mujeres al salvar una vida y darles un hogar, invitándolos a realizar la misma acción, si les es posible, para ayudar a los animales a tener una mejor vida. Algunos casos generan un impacto viral por la situación en que son encontrados, en este caso por el cachorro que rescató sin saber que se trataba de otra especie.
El hombre no dudó en documentar la historia desde el momento en que lo encontró tirado en la nieve, los cuidados y su gran desarrollo que rebasó los estándares de un perro. Aun con las advertencias de terceros, decidió conservar al lobo por su actitud dócil como una salvaje mascota.
Así fue como un cachorro lobo se convirtió en mascota de un hombre
La viral historia inició una noche de frío invierno con el hallazgo de un cachorro tirado, cubierto de nieve en un estado casi moribundo por el clima, complicada situación que dio paso a su rescate para calentarlo y alimentarlo, primero al colocarlo bajo el chorro de agua para quitar la nieve, ya más tranquilo alimentarlo con croquetas.
Con el paso del tiempo el cachorro mostraba una mejoría en su salud con una actitud más activa al convivir y jugar con el hombre que aún creía se trataba de uno raza husky o similar por su pelaje gris, algo que empezó a dudar con su desarrollo que sobrepasó el tamaño habitual de un perro de una manera acelerada.
Descubrió que el cachorrito no era un perro, se trataba de un lobo adecuado a la vida de casa por su decisión de conservarlo como mascota y no dejarlo a pesar de la advertencia de terceros, atónitos al notar lo dócil y cariñoso que era. Una amistad había surgido entre el hombre llamado Jeremy y el lobo documentado en video que retratan el comportamiento doméstico sin mostrar conductas violentas.
El video muestra la convivencia que experimenta el hombre con el lobo como si de un perro se tratara, en momentos acostados plácidamente al aire libre, alimentados con croquetas y bocadillos, exponiendo sobre todo el gran vínculo que comparten desde la fría noche de invierno que salvó la vida del cachorro, cuya bondad los unió de por vida como grandes amigos.