Tener un michi es una aventura sin fin, si bien son una compañia adorable los cuales creemos conocer, siempre logran hacernos llevar una sorpresa con sus múltiples ocurrencia, pero si eres una “Karen” novata y has notado que sus orejas se calientan de repente tienes que prestar atención a las cosas que pudieran estar subiendo la temperatura del gato.

Las orejas de los gatos son fundamentales para ellos, pues son sumamente sensibles, los ayudan a mantener el equilibrio y pueden detectar cambios en el ambiente que los rodea, pero también es muy sencillo que se puedan infectar o lastimar, lo cual pone en riesgo su audición, así que debemos estar atentos a cualquier molestia que se presenta y el aumento en la temperatura puede ser una señal de alerta.

Por supuesto que no siempre que nuestro gato tenga las orejas calientes significa que tenemos que salir corriendo con el veterinario, pero aprender a distinguir los diferentes síntomas que presenta una verdadera infección puede ayudarnos a darle el tratamiento adecuado de la manera más oportuna posible y esto es todo lo que tienen que tomar en cuenta si notas algo extraño en tu mascota.

¿Qué significa que mi gato tenga las orejas calientes?

Las orejas de los gatos pueden elevar su temperatura por muchos motivos, recuerda que a la mayoría les encanta tomar cálidas siestas bajo los rayos de sol o cerca de una fuente de calor, por algo aman las computadoras, así que esto eleva su temperatura corporal, incluyendo sus peludas orejas. Pero no es el único motivo, una infección en ellas también puede cambiar su temperatura o incluso algún otro malestar en cualquier parte de su organismo que le esté provocando fiebre.

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¿Cómo sé que mi gato tiene fiebre?

  • Se puede mostrar inquieto o angustiado sin motivo aparente.
  • Está más cansado y menos juguetón que lo de costumbre.
  • No quiere moverse y permanece tumbado por un largo tiempo.
  • Respira más rápido que lo habitual.
  • Presenta nariz reseca y caliente.
  • Puede llegar a descuidar su aseo diario.
  • No tiene apetito.
  • Presenta temblores o jadeos.
  • Está deshidratado.

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La temperatura normal de un gato adulto es más alta que la de los humanos y va de los 38°C a los 39.5°C, si notas que sus ojeras calientes puedes probar llevándolo a una habitación más fresca y ofreciéndole algo de agua, eso puede mejorarlo, pero si presenta otros síntomas como los que mencionamos será mejor llevarlo a un médico veterinario.

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