El mundo animal sorprende a propios y extraños en cada oportunidad que tenemos de aprender sobre él. En esta ocasión los protagonistas de la sorpresa son los monos, mismos que superan incluso al ser humano a la hora de cantar.
Es evidente que la forma de comunicarse entre animales tiene sus diferencias y similitudes entre las propias especies o incluso con lo que hacen los humanos. Lo sorpresivo es que la habilidad vocal de los monos es mucho más compleja de lo que nuestra imaginación nos permite.
¿Cuál es la habilidad vocal de los monos?
Tras un estudio hecho por la revista Philosopical Transactions of the Royal Society B, las universidades de Inglaterra y Austria indicaron que los monos tienen la habilidad de cambiar su rango vocal de cabeza y pecho sin ningún tipo de problema. Esto es conocido en algunos géneros de música hechos por el hombre (característico de zonas como Alemania), pero la naturaleza también lo hace a través de estos animales.
Los monos estudiados fueron los aulladores negros y dorados, el capuchino de mechones, el mono ardilla de copete negro y el mono araña peruano. Estos especímenes en cuestión viven en el Santuario de Vida Silvestre de Bolivia, donde gracias a las características del lugar, se pudo estudiar de manera tan precisa el cantar de todos estos tipos de mono.
Estas son las similitudes entre los monos y los humanos
Aunque algunos crean que no hay nada parecido entre unos y otros, se encontró que la estructura anatómica de los monos es especial en sus gargantas. Las membranas encontras en esta zona de su cuerpo, permite que produzcan sonidos de distintos tipos, como un yodel característico, lo cual sirve -entre otras cosas- para diferenciarse entre sí.
Es decir, los monos producen a gusto distintos tipos sonidos para comunicarse entre ellos. Esta evolución hace que las laringes de estos animales sean utilizadas para incluso alcanzar octavas más altas que las que producen los seres humanos. Los rangos de vocalización que un hombre o mujer realizan de manera totalmente natural para cumplir con un propósito específico, los monos también lo hacen y con un cambio de rango que solo es posible en ellos.