Simón Gadbois, un investigador enfocado en el comportamiento de lobos, zorros y coyotes salvajes en Canadá, ha entrenado a su border collie, Zyla, para que lo asista en la búsqueda de estos animales. Sin embargo, se ha encontrado con un comportamiento curioso de su perra, la cual disfruta revolcarse en excremento de castor. Este fenómeno resulta familiar para muchos tutores de perros, quienes han experimentado cómo sus mascotas regresan con un olor desagradable tras un paseo.

A lo largo de su carrera, Gadbois ha dedicado tiempo a entender cómo los perros y otros cánidos perciben el mundo a través de su sentido del olfato. Aunque a veces se siente confundido por las preferencias olfativas de los caninos, ha logrado identificar algunas posibles razones detrás de su atracción por el excremento. 

En las siguientes líneas, te comparto los hallazgos sobre este comportamiento canino, los cuales ofrecen una perspectiva que podría ayudar a los tutores a entender mejor por qué sus perros disfrutan revolcarse en olores tan poco agradables. Continua leyendo y descubre todo sobre este intrigante tema.

¿Por qué a los perros les gusta revolcarse sobre excremento?

Esta curiosa conducta tiene varias explicaciones que provienen de su historia evolutiva y su comportamiento social. Una de las teorías más destacadas sugiere que este hábito es un vestigio de sus días como depredadores salvajes. A pesar de que hemos entrenado a nuestros perros para seguir órdenes como sentarse o quedarse quietos, parece que no hemos podido eliminar por completo este instinto básico. En el pasado, revolcarse en excremento les servía como camuflaje olfativo, ayudando a ocultarse de sus presas.

Créditos: Unsplash

Otra posible explicación se relaciona con la protección. Los zorros, por ejemplo, utilizaban el olor de grandes depredadores felinos para disimularse ante otros depredadores más grandes como los coyotes. Este comportamiento podría haber sido beneficioso para los cánidos más pequeños, permitiéndoles evitar encuentros peligrosos con enemigos naturales. Así, revolcarse en excremento puede haber servido como una estrategia de supervivencia en un entorno hostil.

Además, hay un aspecto social en esta conducta que podría estar presente en nuestros perros. Revolcarse en olores interesantes podría ser una forma de compartir información olfativa con otros miembros de su manada. Para animales que perciben gran parte del mundo a través del sentido del olfato, este comportamiento podría facilitar la comunicación y la interacción social. Un ejemplo de esto son las hienas manchadas, que se revuelcan entre cadáveres para compartir olores con sus congéneres.

Créditos: Unsplash

Por último, no podemos olvidar el simple placer que algunos animales parecen encontrar en revolcarse en olores fuertes. Michael Fox, especialista en comportamiento animal, plantea en su libro “Dog Body, Dog Mind” que los perros podrían estar disfrutando de la estimulación olfativa que les proporcionan estos olores desagradables para los humanos. Así como nosotros elegimos usar perfumes agradables, los perros podrían estar buscando experiencias sensoriales intensas y satisfactorias al revolcarse en excremento.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *