Para descubrir el mundo, los gatos llegan a probar lo que se encuentran, así descubrir que es. Es posible que hayas visto tu mascota comerse una polilla y te causó ciertas dudas. Te explicamos qué pasa si tu michito se come al insecto.
La proliferación del insecto se presenta principalmente en la primavera, pero se les puede encontrar en diversos hogares. Su presencia puede causar, además de la preocupación por la “plaga”, dudas si el gato u otra mascota se las come.
En algunos casos, las polillas pueden generar reacciones alérgicas en algunos animales y causar afecciones digestivas leves si se presentan en la comida de las personas. Pero ¿Qué pasa con nuestro michito si se las come directamente? Te explicamos.
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¿Qué es una polilla?
Una polilla es un insecto volador nocturno perteneciente al orden Lepidoptera, que también incluye a las mariposas. Las polillas se caracterizan por sus alas cubiertas de escamas que pueden tener una amplia variedad de colores y patrones.
Son conocidas por ser atraídas por la luz y, a menudo, son consideradas plagas en hogares y almacenes, ya que pueden dañar la ropa, alimentos y otros materiales. A pesar de su reputación de ser insectos indeseables, las polillas desempeñan un papel importante en los ecosistemas como polinizadores y como fuente de alimento para aves y otros depredadores.
¿Qué riesgos tiene que mi gato se coma una polilla?
El insecto es considerado una plaga en la agricultura. Si tu gato se la come, no representa riesgo alguno por enfermedad o contaminantes que tenga el insecto, pero sí puede ser perjudicial para su bienestar inmediato si come una de gran tamaño.
¿Qué pasa entonces con mi gato? Al momento de ingerir la polilla, esta puede causar una obstrucción en su garganta. Como resultado, puede provocarle falta de apetito y vomito por la sensación de ahogo. Si se presenta el caso, acude al veterinario a la brevedad.
¿Qué debe comer mi gato?
Además de las croquetas para tu gato, y la carne que puedes brindarle, siempre cocida y sin ningún complemento o especia. Entre los alimentos ocasionales que puedes brindarle a tu michi son papas previamente cocidas, yogures naturales, huevo cocido y arroz.
En caso de frutas, las cuales aportan vitaminas y la fibra en su dieta, puedes ofrecerle: sandia, melón, manzana, pera, fresa, arándano y frambuesa. Mencionadas las anteriores, descarta el albaricoque, nueces, naranjas, aguacate, cerezas y Uvas.
Si detectas la presencia de polillas en casa, necesitas detener la proliferación con remedios caseros o fumigación. Aparta al gato de la zona infectada. Podría ser peor el resultado y ni imaginar ¿Qué pasa si el michi las come con algún pesticida? Síguenos en nuestra página de Facebook para conocer más información de tus mascotas.