GATOS
¿Por qué a los gatos no les gusta que les toquen la panza?
A los gatos sí les gusta ser acariciados en zonas determinadas, por ejemplo, cerca de las mejillas, pero a la mayoría no les gusta que les toquen la panza.Un contraste bastante marcado entre el comportamiento de los perros y de los gatos, es que mientras que a los primeros les suele gustar ser acariciados en el vientre, a los últimos simplemente no les agrada nada, o al menos así suele ser en general; así que en este artículo te vamos a platicar por qué a los gatos no les gusta que les toquen la panza.
A pesar de lo que algunas personas que no han tenido la fortuna de convivir con gatos durante mucho tiempo opinan, los michis son animalitos que sí suelen disfrutar de la compañía de los humanos. De hecho, la recreación forma parte de sus necesidades básicas y las caricias y la atención entran dentro de la recreación.
Sin embargo, no todos los gatos actúan de la misma forma, así que si tienes un michi al que sí le gusta ser acariciado en el estómago, pero tienes otro al que no le gusta que le toquen la panza, es probable que te sientas confundido, pero no te preocupes, esta diferencia de comportamientos es normal.
¿Qué significa cuando a un gato no le gusta que le toquen la panza?
De acuerdo con las declaraciones realizadas por Lena Provoost, veterinaria especialista en conducta de animales, para National Geographic, la panza de los gatos, o mejor dicho, su vientre, cuenta con algunos folículos que resultan muy sensibles al tacto, por lo que tocarlos ahí suele hacerlos sentir muy estimulados.
Otra explicación, es que se trata de una zona muy vulnerable de su cuerpo, y aunque los michis sean los depredadores de animales más pequeños, a su vez también pueden ser víctima de ataques de otros seres más grandes, y el vientre es una de sus zonas más vulnerables, así que suelen preferir mantenerla a salvo y sin que nadie la toque.
¿Qué partes del cuerpo no le gusta a los gatos que le toquen?
En esa misma declaración, Lena Provoost explicó que dichos folículos sensibles también se encuentran en la cola, por lo que se trata de una zona que prefieren que no sea tocada ni manipulada por nadie. Por otra parte, también es común que a ellos no les guste ser tocados en las patas.
Ahora bien, como lo mencionamos desde la introducción, es probable que a un gato sí le guste ser acariciado en zonas donde a otro no, por lo que es labor del dueño familiarizarse con su mascota y conocer en qué partes de su cuerpo sí le gusta recibir caricias, así como conocer y respetar las zonas donde no quiere ser tocado.
Pero bueno, ahora ya sabes por qué a los gatos no les gusta que les toquen la panza de acuerdo con las declaraciones de una experta. Esperamos que este artículo haya sido de tu agrado y no olvides seguirnos en Facebook para más información sobre gatos, perros y otras mascotas.