Los jadeos de un perro son una forma natural empleada para regular la temperatura en su cuerpo y mejorar los niveles de oxígeno. Usualmente, se presenta al realizar una actividad física por un largo tiempo, pero si  tu mascota respira rápido sin una causa aparente, puede existir un problema. En esta nota te compartimos algunas causas frecuentes de este acto, pero no dudes en llevarlo a un veterinario si lo crees pertinente.

Para ponerte en contexto del proceso de regulación corporal, hay que señalar que los perros no poseen glándulas sudoríparas como las personas, por lo que no es posible regular su temperatura con el sudor. En este momento entra el jadeo o una respiración acelerada como un método de enfriamiento al lograr evaporar el agua de la lengua y las membranas mucosas.

De una manera instintiva, tu mascota respira más rápido para acelerar el intercambio de gases en los pulmones y potenciar la circulación sanguínea, permitiéndole adaptarse a diversas situaciones que demanden un mayor esfuerzo, como jugar o hacer ejercicio. La preocupación de los tutores se detona al notar este comportamiento al estar en relativa calma, pero descuida, te decimos a qué se debe y qué hacer.

La razón por la que tu perro respira rápido

Entre las razones más comunes para que respire rápido está la actividad física en días calurosos, donde sus músculos tienen un mayor trabajo y la temperatura se incrementa, más si está bajo los rayos del sol. Puedes ayudarlo llevándolo a una zona más fresca con sombra y ofreciéndole un poco de agua fresca para evitar la deshidratación y un golpe de calor.

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El jadeo es un medio que le ayuda a liberar tensión en momentos de estrés o ansiedad producido por eventos transitorios como ruidos intensos o más prolongados, como un cambio en su entorno o una visita al veterinario. Descuida, no todo es malo, también pueden respirar rápido cuando llegas a casa como una muestra de su felicidad y en búsqueda de cariño, un snack o atención.

Si el jadeo es más recurrente, puede indicar una complicación en su salud que afecta el sistema respiratorio, cardiovascular o nervioso. Acude con tu veterinario si detectas alguno de estos síntomas: respira fuerte después de beber agua o descansar, no ha tenido actividad física demandante, tiene dificultad para respirar, su lengua se puso azul o tiene la boca muy seca.

¿Cómo tranquilizar a tu perro si está agitado?

Dentro o fuera de la casa, el perro requiere atención, cariño y comprensión para manejar la situación y sentirse en calma. Si notas que está estresado por un evento, busca alejarlo de la zona, llévalo a un sitio más tranquilo y calmado. Dedica unos minutos a darle caricias suaves con tu mano, le harás saber que estás con él, está protegido y es importante.

Otros caninos necesitan una actividad física para sacar el estrés y los nervios generados, realizando un esfuerzo que detone el trabajo muscular y la quema de energía. Si se muestra insistente e inquieto, prueba con acciones como jugar a la pelota en el parque, socialización con otros animales o una prolongada caminata por un sitio sereno.

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Como cualquier miembro de la familia, valorará tener un hogar limpio, ordenado y sin mucho ruido. Proporcionarle a tu mascota espacios donde pueda relajarse y descansar lejos del bullicio diario. Algunos estudios en comportamiento han mostrado una mejoría en el estado de ánimo de las mascotas al escuchar  sonidos suaves y relajantes como la música clásica.

En resumen, recuerda que cada perro es diferente y puede verse alterado por distintos estímulos en el ambiente. Al ser el sol o el ejercicio, puedes ayudarlo en la sombra a bajar su temperatura con agua fresca. En la casa, busca los detonadores de estrés y brinda un espacio confortable para su descanso y relajación.