¿Tienes un gato en casa y la idea de agregar uno nuevo a tu familia te parece encantadora? Entonces debes saber que antes de hacerlo es importante considerar los posibles desafíos que esto puede conllevar. Aunque los mininos son mascotas independientes, también son territoriales por naturaleza, lo que puede causar algunos conflictos cuando se introducen muchos en un mismo espacio.
Proporcionar a tu gato una vivienda en la que pueda sentirse seguro, es en demasía primordial para garantizarle una vida plena en todos los aspectos, ya que un gato triste o estresado puede presentar algunos problemas de salud.
En este sentido, se debe hacer una investigación exhaustiva antes de integrar a un nuevo gato a tu casa, ya que de este modo evitarás poner en riesgo al felino que ya es parte de tu manada. Por ello aquí te explicaré por qué puede ser perjudicial tener múltiples michis en casa y cómo abordar esta situación de manera adecuada.

La razón por la que es malo tener varios gatos en casa
La razón que puede hacer que sea malo tener varios gatos en casa es vivir en un espacio pequeño, esto hará que compartir tu hogar con varios felinos sea todo un desafío para ti y tus queridas mascotas. En primer lugar, la falta de áreas separadas para cada gato aumenta las posibilidades de conflicto, ya que los mininos pueden sentirse invadidos en su territorio.
Asimismo, si no se presta la suficiente atención, la presencia de múltiples michis en un espacio reducido dificultará la supervisión de su salud y comportamiento individual, lo que puede llevar a problemas no detectados.
Por otro lado, la falta de enriquecimiento ambiental, como rascadores, juguetes y áreas de descanso elevadas, causará aburrimiento y frustración en los gatos, lo que tendrá como resultado la presencia de algunos comportamientos destructivos.

¿Cómo presentar a dos gatos que van a vivir juntos?
Si ya tienes un gato en casa y estás considerando introducir a uno nuevo, es primordial hacerlo de manera gradual y cuidadosa. Primero, asegúrate de que ambos estén sanos y al día con sus vacunas. Luego, comienza por hacer que se conozcan a través del olfato, intercambiando objetos con su olor antes de permitir un encuentro cara a cara.
Durante las primeras interacciones, observa de cerca y proporcionales espacios separados para que puedan retirarse si se sienten abrumados. Aunado a lo anterior, asegúrate de proporcionar recursos duplicados, como bandejas de arena y comederos, para evitar la competencia.