En las redes sociales se compartió una triste notica sobre la muerte del perro Duke, quien cuidaba Chichén Itzá junto con su dueño y otros lomitos de la zona. Toda la comunidad que llegó a conocer a este bonito lomito lamenta su pérdida en este momento, y de acuerdo con lo que compartió su dueño, él ya se encuentra en un lugar mejor.
Chichén Itza es considerada oficialmente como una de las siete maravillas del mundo y es un orgullo para todo México el saber que un lugar como este, el cual está cargado de historia, tenga este reconocimiento, pero también es un orgullo el saber que un perro pasó casi toda su vida cuidando de este lugar junto con su dueño.
Duke, como así se llamaba el perrito, era considerado por los lugareños como parte de los “guardianes”, un grupo de lomitos que vivía en la zona y que ayudaban a cuidar de Chichén Itza con los guardias. Después de que su dueño, José Antonio Keb Cetia, compartiera esta noticia en su cuenta de Facebook muchos comentarios han compartido sus condolencias.
Duke, el perro que vivía en Chichén Itzá murió
El lunes 22 de julio a las 8:28, José Antonio Keb Cetia compartió en su cuenta de Facebook esta triste noticia y junto con este comunicado adjunta unas bonitas fotos de Duke, además de que revela que “se siente triste”. “Todos tenemos una misión y enseñanza que dejar en esta vida; somos lecciones vivas para otros…”, empezó así el comunicado.
Para su humano, la vida de este perro significó mucho para él porque le enseñó mucho cuando estaba con vida, así que se despide de él diciendo que “siempre lo recordaré como un excelente guardián”. Además, siempre tendrá en el corazón que este lomito estaba lleno de alegría y vida porque actuaba como si fuera un pequeño cachorro cuando ya se encontraba muy grande.
Su despedida no termina ahí porque espera poder encontrarlo en otra vida y confía en que será así, pese a que se siente triste porque, se calma un poco al saber que ya no se encuentra sufriendo por la enfermedad que padecía. Este perro estuvo todo el tiempo bajo su cuidado y se alegra de haber convivido con él por 14 años, y al mismo tiempo le agradece a la vida por este tiempo que compartieron juntos.
“Lo siento mucho, cuando se nos va duele mucho, pero sabemos que su misión ya acabó…”, Nuestro único consuelo es ya no verlos sufrir…” fueron algunos de los comentarios que observamos en esta publicación. No cabe duda de que la partida de una mascota, como lo fue Duke, siempre será el momento que menos deseamos vivir, pero siempre podemos superar gracias a las enseñanzas que nos dejaron en vida estos increíbles seres. Esta fue la noticia sobre la muerte del perro Duke, el lomito guardián que cuidaba Chichén Itzá junto con otros lomitos.