En Envigado, municipio de Colombia, una pastor alemán de siete años, conocida como Hanna, encontró la muerte el pasado fin de semana tras aparentemente ingerir una sustancia tóxica. Según los veterinarios que la atendieron, se sospecha que podría tratarse de veneno para ratas.
Los eventos se desarrollaron el 30 de agosto, un día que debería haber sido de celebración por el cumpleaños de Hanna, pero que se convirtió en un momento de dolor. La perrita había salido a pasear con su tutor, Álvaro Vanegas, cuando ocurrió la tragedia. Este paseo, que en lugar de haber sido una experiencia alegre, terminó con un envenenamiento.
A continuación, te cuento más detalles sobre este lamentable incidente que ha dejado una huella profunda en la vida de Álvaro y su familia. La historia resalta la importancia de cuidar a nuestras mascotas y estar atentos a los peligros que pueden encontrar en su entorno.
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Perrita muere el día de su cumpleaños por envenenamiento
Todo comenzó cuando después del paseo Hanna mostró síntomas preocupantes, como deposiciones muy líquidas, con un olor fuerte y un color inusual. Ante esta situación alarmante, su familia decidió llevarla a la veterinaria de confianza. Allí, la médico trató de hidratarla y realizar un examen inicial, pero con el paso de las horas, la condición de la perrita no mejoraba. Esto llevó a sus tutores a tomar la decisión de trasladarla a una clínica especializada.
Una vez en la clínica, Hanna fue hospitalizada y puesta bajo constante supervisión. Los veterinarios realizaron varios exámenes para determinar la causa de su malestar. Lamentablemente, la situación se complicó y la perrita no mostró respuesta ni a los medicamentos ni al cariño que le brindaban sus humanos.
Durante seis horas, sufrió al menos ocho episodios de convulsiones, lo que generó gran preocupación en su familia. Los resultados de las pruebas revelaron daños en algunos órganos y presencia de sangre en el estómago. Le realizaron un lavado gástrico pero no mejoró su estado.
Dos días después de haber sido hospitalizada, los médicos tomaron la difícil decisión de recomendar la eutanasia. Las convulsiones habían provocado problemas neurológicos severos en la perrita y ya no había nada que se pudiera hacer para salvarla. Esta noticia devastó a su familia, quienes habían hecho todo lo posible para ayudar a Hanna durante su enfermedad.
Hanna llegó a la vida de la familia Vanegas en 2017, con el propósito de hacerle compañía a otro pastor alemán que habían adoptado un año antes y que falleció en 2023. Álvaro mencionó que Hanna solo había sido hospitalizada una vez para su esterilización, ya que siempre había gozado de buena salud. La repentina pérdida dejó un vacío inmenso en sus vidas.
Este trágico suceso se produce apenas tres meses después de que otro ciudadano del municipio de Envigado denunciara la muerte de sus dos perros, Dylan y Haziel. Según relató Roberto Arango, ambos canes fallecieron tras ingerir alimentos que aparentemente contenían veneno camuflado mientras paseaban cerca del barrio El Dorado.
Roberto Arango narró cómo, el 27 de mayo, su madre paseaba a los perros cuando notó que estaban comiendo algo sospechoso. Aunque intentó alejarlos rápidamente, fue demasiado tarde; casi 20 minutos después llegaron a casa y Dylan comenzó a convulsionar. En el trayecto hacia la clínica veterinaria, Haziel también presentó síntomas similares.
Al llegar al centro veterinario, Dylan ya había fallecido y Haziel luchaba por sobrevivir hasta que finalmente murió el 30 de mayo. Ante estos eventos tan trágicos, Álvaro Vanegas hizo un llamado urgente a las autoridades municipales para reforzar las campañas sobre tenencia responsable de mascotas y los peligros del veneno en espacios públicos.